
KEKO
Nac.: 05/2000 † 07/2009
Llegaste a mí por casualidad, en tu antiguo hogar ya no te podían cuidar, tuve que convencer a mi madre para que te quedaras a nuestro lado y eras tan dulce y obediente que poco a poco te ganaste todo nuestro cariño. Te fuiste demasiado pronto compañero, una tarde calurosa de verano tu corazón dejó de latir y llegó un ángel que te llevó para siempre.
Y es que no importa el tiempo, importa la huella tan grande que dejaste.
Aún recuerdo como te cobijabas entre mis brazos mientras mirábamos la televisión, o en cómo me traías las zapatillas cuando te las pedía, también como jugabas con mi hermana y tu compañera África, Nana como la llamábamos cariñosamente. Son tantos los recuerdos…
Cada uno de ellos estarán siempre plasmado en mí y seguirá por cada rincón de casa. Parece increíble que se pueda querer tanto y echar tanto de menos a un ser que tan solo nos habla con su mirada.
Siempre estarás con nosotros, con mamá y mi hermana, pero sobre todo conmigo.
Descansa feliz hasta nuestro encuentro en el cielo de los perros.
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