
Atropellar un animal en la carretera es una situación con la que nadie desea encontrarse, pero además ahora con mayor motivo.
A pesar de que en la portada hayamos puesto la imagen de un erizo, víctima bastante común del asfalto, el presente artículo se centra en otro tipo de animales.
Y es que, a las consecuencias físicas que pudiera sufrir el conductor o los acompañantes, los daños del vehículo y la consiguiente sensación de culpabilidad y tristeza por la muerte del animal que en algunos casos desemboca en un estado de ansiedad, ahora y a raíz de las modificaciones realizadas en la Ley de Tráfico en el año 2014 en España, existe una situación más; el conductor es el responsable del atropello.
Hasta la modificación de la norma, ésta establecía que la responsabilidad era del titular del terreno de donde hubiera salido el animal, haciéndose cargo de los costes por los daños ocasionados.
Sin embargo, la nueva normativa establece la responsabilidad en el conductor del vehículo.
Pero la ley define claramente qué tipos de animales, en caso de atropello, serían de responsabilidad por parte del conductor, y las concreta refiriéndose sólo a las especies cinegética, es decir las especies que son de caza y pesca, tanto de caza menor como caza mayor.
Dentro de los mamíferos y las aves, como especies cinegéticas y dependiendo de la Comunidad Autónoma, quedarían englobados animales como por ejemplo: cabra montes, gamo, ciervo, corzo, rebeco, conejo, muflón, liebre, arrui, jabalí, zorro, lobo, perdiz, codorniz, paloma, pato, zorzal, faisán, ganso, tórtola común,etc.

¿Qué consecuencias trae atropellar un animal para el conductor?
Hay dos consecuencias claras, una legal y otra la referente al seguro del vehículo.
- Todo atropello llevará aparejada una sanción económica (multa).
- Cabe la posibilidad de que la aseguradora no se haga cargo de los daños ocasionados en el vehículo por el atropello del animal. (Este tipo de siniestro no suele estar contemplado en las clausulas del seguro).
Sin embargo, la reforma contempla dos excepción respecto a la responsabilidad del conductor por el atropello de uno de estos animales:
- Que sea consecuencia directa de una acción de caza colectiva de una especie de caza mayor llevada a cabo el mismo día o que haya concluido doce horas antes de aquél, en cuyo caso la responsabilidad sería del titular de ese evento que se estuviese desarrollando o el titular de la finca.
- Como consecuencia de no haber reparado la valla de cerramiento en plazo, en su caso, o por no disponer de la señalización específica de animales sueltos en tramos con alta accidentalidad por colisión de vehículos con lo mismos
Una consecuencia muy negativa de esta reforma es que muchos conductores van a optar por tratar de esquivar al animal para no ser sancionados y evitar problemas con el seguro y eso sí que es un peligro para la integridad física del conductor y sus acompañantes.
Hoy se cruzó una paloma y se cochó. La vi en el costado y disminui la velocidad que era de 90 y yo iba a 70 y pasé a 50 porque sabia que iba a alzar el vuelo. Pero pensé que volaría más alto. Vi como se golpeaba y volaban plumas. Hubiera parado pero había un coche detrás. Llevo dos horas sin parar de llorar. Me siento una asesina que ha matado a un ser vivo inocente. Estoy destrozada. No mato ni siquiera a moscas porque son seres vivos que tienen el mismo derecho que yo. ¿Por qué no voló más alto? Ojalá se hubiera podido evitar. Me siento fatal!